martes, 14 de febrero de 2012

Amor y filosofía

En un día como hoy, podríamos preguntarnos si los filósofos se han dedicado alguna vez al tema del amor. Sería extraño que algo tan importante en la vida humana no tuviera un espacio propio en una materia como la que tratamos en este blog.

Lo cierto es que el amor ha sido uno de los temas que los filósofos han tratado desde los mismos inicios de la filosofía. Platón le dedica por lo menos dos diálogos importantes: el Fedro y el Simposio (o el Banquete). En la actualidad los filósofos se siguen haciendo preguntas sobre el amor: ¿qué es el amor? ¿una emoción? ¿un conjunto de emociones? ¿algo indefinible?. Como muestra, podéis echarle un vistazo a la bibliografía que aparece en la entrada de la SEP (en inglés, pero te haces una idea de lo actual que es el tema por las fechas de las referencias) acerca del amor.

La misma palabra "amor" aparece en el nombre de la filosofía. "Filosofía" significa "amor a la sabiduría". Así que, ¿qué esperabas? ¡Por supuesto que el amor es uno de los temas que trata la filosofía! Quizás exista algún parecido entre el "amor a la sabiduría" y el amor a las personas. El amante de la sabiduría vive en el riesgo de no poseerla nunca por entero, siempre hay algo más que descubrir, es un amor que se sabe inagotable. El amor entre las personas, el amor que respeta al ser amado y que no está basado en el puro egoísmo, también sabe que dicho ser es inagotable, porque es único e irrepetible, es una persona.

Ahora bien, el amor de la filosofía no es lo mismo que el amor erótico o que el amor romántico. Se parece más a lo que Aristóteles llamaba "philia" (la misma palabra que compone "philo-sophia"). La philia de Aristóteles es un tipo de amor que puede aplicarse a la persona amiga, a la familia o a personas afines. Encarna los valores de la lealtad y el aprecio por las personas, sin necesidad de que dicho aprecio implique una pasión o un deseo irrefrenable por ellas.

http://www.realmagick.com/platonic-love/


En contraste, el amor como eros, tal y como Platón explicó en sus diálogos, sí que implica dichas emociones de pasión y deseo (de ahí el adjetivo "erótico"). Curiosamente, para Platón, el eros era una fuerza que se conectaba directamente con la pasión por el conocimiento o la sabiduría, con la filosofía. El amor a los particulares, según Platón (cuyo desprecio por lo particular le lleva a postular su teorías de las ideas), es un tipo de ascenso especial al mundo de las ideas, ya que nos lleva directamente de las cosas particulares (las personas amadas) a la idea de Belleza, y de ésta al resto de las ideas cuyo conocimiento implica la auténtica sabiduría. Lo curioso está en que, según Platón, el ascenso que se realiza por el mundo de las ideas no se lleva a cabo nunca a través de los particulares, que pertenecen al mundo sensible, sino que, volviendo la espalda a la multiplicidad y mutabilidad de los objetos sensibles, el conocimiento asciende dialécticamente de unas ideas a otras (empezando por el conocimiento de las matemáticas y terminando con el ascenso a la Idea de Bien). (La atención a los seres del mundo sensible, más bien, no es más que un estorbo para el verdadero conocimiento, tal y como sostiene Platón en su famosa Alegoría de la Caverna de la República).

El caso del amor es un caso especial en este sentido. La belleza particular de un individuo nos recuerda a la verdadera Belleza intemporal, no mezclada con nada más, que existe en el mundo de las Ideas, de las Formas. De esta manera, si la belleza particular siempre apunta a algo fuera de ella misma (la idea de Belleza), entonces cualquier belleza particular puede ser intercambiable por cualquier otra, en cualquier otra persona, idea o cosa. Porque amar es amar a la idea de Belleza, no a un individuo particular. El amor a los individuos es relativo a su participación de la Forma platónica de belleza y no a la atención a sus características únicas e irrepetibles. No amamos a la persona particular sino a su participación de la Belleza, a lo que dicha persona refleja de la Idea universal de Belleza.

Esta característica de universalidad (y de posibilidad de sustitución, de reemplazo, sin pérdida de lo que es importante en el amor) diferencia el concepto platónico del amor con la idea Aristotélica de la atención a lo particular e irrepetible (ver las entradas sobre Prudencia y conocimiento I y II). La persona amada es un ser único e irrepetible que no puede ser reemplazado sin más. Perder a una persona amada se vive como una pérdida irrecuperable, irremplazable. Cuando otra persona (un amor, una amistad) llega a nuestra vida, no suplanta a las otras personas amadas si más, sino que son seres que, a su vez, son únicos e irrepetibles. Seres que, por lo tanto, no podemos intercambiar sin perder algo importante.

Martha C. Nussbaum, en su obra El conocimiento del amor, expone un punto de vista complejo en el que intenta mantener una tensión entre los puntos de vista de los dos autores griegos. El amor es algo que implica el valor de lo único y de lo irrepetible (Aristóteles) que encarna cada persona y, en especial, la relación con la persona amada. Pero también implica valores universales (Platón) que sólo surgen del contacto con el ser amado. Dicho ser ejemplifica ciertas características de por sí valiosas y nosotros nos identificamos con ellas a través de la persona amada (la bondad, el coraje, la ternura, etc.). Elegir entre dos posibles amores, nos dice la autora, es como elegir entre dos formas de vida. Nuestra identificación con dicha persona nos hace cambiar en lo más profundo de nuestras vidas. La decisión es arriesgada porque en dicha decisión nos va el ser la persona que seremos.

Así, ¿cómo eres en el amor? ¿Te quedas con Platón o con Aristóteles? Y, por cierto, ¿te has dado cuenta de que eres una persona única, irrepetible e inagotable? ¿Te has dado cuenta de que los demás también lo son? ¿Te has dado cuenta de si alguien no se ha dado cuenta de que lo eres?

REFLEXIONA.

1) La foto de arriba y el texto que la acompaña, ¿corresponde a una visión del amor platónica o aristotélica?

2) ¿Qué quiere decir la frase tan común: "tener un amor platónico"? ¿Está bien empleado el adjetivo "platónico" en dicha frase?

martes, 1 de noviembre de 2011

La justicia en el alma y en el Estado

En una entrada anterior, vimos cómo Platón establecía mediante un argumento la división del alma en tres partes: racional, irascible y concupiscible. La relación adecuada entre cada una de estas partes es lo que Platón usará para definir la justicia como una virtud del alma individual. El individuo será justo cuando las tres partes del alma ejerzan la función que les corresponde por naturaleza. Por naturaleza, al alma racional le corresponde el conociemiento auténtico y el control de los impulsos, el gobierno del alma en su totalidad. Al alma irascible le corresponde estar al servicio de la razón, ser gobernada.  Mientras que al alma concupiscible le corresponde no sublevarse y someterse a los dictados de la razón. El correcto funcionamiento de cada parte del alma se identifica con tres tipos de virtud. El alma racional se corresponde con la sabiduría y la prudencia. El alma irascible que decide los conflictos a favor de la razón tiene la virtud de la fortaleza o valentía. Por último, el alma apetitiva, cuando se encuentra bajo el dominio de la razón, posse la virtud de la templanza o moderación. La coincidencia de esas tres virtudes en el alma individual produce la virtud de la justicia. La injusticia se produce, por tanto, cuando la parte apetitiva intenta o consigue usurpar el gobierno del alma.
Imagen de: http://filosofiapauflorida.blogspot.com/2009/11/el-tema-de-la-justicia-ha-sido-muy.html

En su filosofía política, objetivo último de toda la filosofía platónica, el ateniense establece una correlación estructural entre el alma individual y el Estado. El Estado está compuesto de individuos. Las características fundamentales del Estado y su forma de gobierno serán las características que predominen entre sus individuos. El individuo se encuentra integrado en la polis como algo propio a su naturaleza. Así, ni el individuo es algo externo al Estado, ni el Estado es algo externo al individuo. El carácter y la naturaleza de los individuos determinará las características del Estado (si es violento, parcífico, amante del conocimiento, etc). En los libros VIII y IX, Platón estudia la correlación entre los caractéres predominantes en la polis y los distintos regímenes políticos (timocracia, oligarquía, democracia, tiranía) que representan, por grados, un alejamiento cada vez mayor de la politeia ideal.

¿En qué consiste esta ciudad/constitución ideal? Platón considera que se trata de una polis en la que reina la justicia. La justicia en el Estado, como en el alma, se dará cuando las diferentes partes del Estado realicen de manera adecuada la función que le es propia por naturaleza. Así, es necesario establecer cuáles son las distintas partes del Estado y cuál es la función propia de cada una de ellas.

Platón propone que los individuos de la sociedad pueden ser clasificados de acuerdo a su naturaleza, que es inmutable y congénita (Libro III, 425a-c). Esta clasificación se corresponde con la parte del alma que domina en el individuo. Cada individuo posee las tres partes del alma pero en cada uno predomina una u otra, definiendo así su naturaleza, su carácter y la posición social que debería corresponderle en el Estado ideal. (La educación de los individuos en el Estado ideal, desde el planteamiento elitista platónico, no tendrá por objetivo la igualdad sino el desarrollo máximo de sus capacidades naturales). Así, Platón propone tres clases sociales:
  • los productores,  proclives a dejarse dominar por los instintos, por naturaleza (predomina en ellos la parte apetitiva del alma) y cuya función propia en el Estado es la de cubrir las necesidades primarias de toda la sociedad (la actividad económica);
  • los guardianes, en cuya alma predomina la parte irascible y cuya función propia es la defensa del Estado y el mantenimiento del orden en él;
  • los gobernantes, en cuya alma predomina la parte racional y cuya función es el gobierno y el establecimiento de la justicia en el Estado.
Imagen de: pinchar en la imagen para original


La justicia se dará, pues, cuando cada clase social cumpla su función propia de manera exclusiva, cuando los productores y los guardianes se mantengan en su función y no intenten usurpar el gobierno del Estado, y cuando los que gobiernan sean aquellos individuos que por naturaleza han alcanzado la sabiduría después de un proceso educativo que ha ayudado a desarrollar dicha naturaleza. La justicia es, pues, que cada cual haga lo suyo.

Lejos de lo que afirmaban los sofistas (la justicia es sólo una palabra convencional que designa lo que le conviene a cada uno según sea su naturaleza fuerte o débil), lejos de concebir la naturaleza humana como pura irracionalidad, ansia de poder y de dominio por parte del fuerte (y de protección por parte del débil), Platón defiende que la racionalidad está instalada en la propia naturaleza del ser humano y de la sociedad y que, por tanto, la justicia, la racionalidad y el conocimiento son alcanzables si permitimos que nuestra naturaleza racional gobierne tanto el alma como la sociedad.

(En las dos últimas entradas sobre la antropología y la política en Platón me he basado en mis notas sobre la excelente obra del profesor Tomás Calvo Martínez, De los sofistas a Platón: política y pensamiento, uno de los mayores especialistas, contemporáneo, en filosofía antigua. Esta obra, desgraciadamente, ya no se edita, pero aún puede encontrarse en algunas bibliotecas, como en la de nuestro centro. Aprovechadla.)


viernes, 28 de octubre de 2011

Recursos en Internet para Platón


A continuación os presento una serie de enlaces útiles para preparar el tema de Platón.

[¡¡ATENCIÓN!! Recursos actualizados: 2/11/11]

En @puntes de filosofía, del profesor José Vidal González Barredo, se puede encontrar un dossier que es útil para preparar las distintas facetas del pensamiento de Platón y que es útil para aclarar algunas dudas que vayan surgiendo durante el estudio.

En Anantes.net, del profesor Ismael Rojas Pozo, debéis aprovechar los consejos prácticos que se ofrecen para realizar las pruebas de la PAU. Muy útiles desde el punto de vista de la estrategia para los exámenes. Se puede descargar a tu ordenador y tenerlo a mano durante todo el curso.

En paco.PRoFeBLoG, también tenéis  una chuleta metodológica sobre cómo afrontar los comentarios de texto; también, una recopilación de exámenes de la PAU en los que alguno de los textos propuestos ha sido de Platón.

Imagen de: http://homepage.mac.com/eeskenazi/platon3.htm


A partir del blog El Búho Inocente, se accede a muchos recursos útiles sobre el autor ateniense. No dejéis de visitarlo.

En la web elprofedeetica.es, podéis encontrar presentaciones sobre el Símil de la Línea, apuntes y un comentario sobre el Mito de la Caverna. Para acceder a este último recurso, hay que hacer click sobre la pastilla roja que hay en las gafas al final de la página, a lo Matrix.

En filosofia24horas, tenéis una presentación que sirve de repaso del tema de Platón.

En este blog sobre la filosofía en Segundo de Bachillerato, se encuentra un útil resumen, muy sencillo de las temáticas principales de la filosofía de Platón.

En Filosofies, se encuentran vídeos, mapas conceptuales (que NO recomiendo) y algunos exámenes resueltos (que no me ha dado tiempo de revisar, pero que podrían ser útiles).

Finalmente, en la Wiki del profesor Rafael Robles, se puede encontrar una gran recopilación de recursos sobre el tema: presentaciones, imágenes, desarrollos, mapas conceptuales, enlaces, etc.

Espero que os sirva de ayuda esta recopilación de recursos.

Gracias a los autores de estos materiales.

El dualismo antropológico de Platón y las tres partes del alma

La base de la concepción platónica del ser humano es su dualismo alma-cuerpo. En el Fedón (66c), un diálogo anterior a la República, Platón concibe al ser humano como un ser racional gracias a su alma. El alma es inmortal porque se trata de una realidad simple, que como el Ser de Parménides, no puede ser destruida (en el sentido de que no puede descomponerse en elementos más simples, al contrario que el cuerpo).

Imagen de Wikipedia
Sin embargo, en la República (y en el mito del carro alado que aparece en el Fedro), Platón sostiene que el alma tiene tres partes: racional, irascible y apetitiva. ¿Cómo es que Platón parece estar contradiciéndose a sí mismo, defendiendo que el alma es una entidad simple y que tiene tres partes? ¿Qué necesidad tiene de establecer la distinción entre tres partes en el alma?

El dualismo alma-cuerpo que aparece en el Fedón representa la herencia socrática del intelectualismo moral: la conducta buena solo puede proceder de la sabiduría, y esta del control racional de las pasiones e impulsos que tienen su origen en el cuerpo (ver las entradas sobre Prudencia y conocimiento I y II). También, la noción de un alma inmortal hace referencia a la religión pitagórica y al ideal de purificación que dicha doctrina recomendaba.

En dicha obra, Platón identifica el alma con la capacidad racional, en ella reside la virtud (no en la posición social o en la excelencia natural, como era habitual considerar a la aristocracia de la época arcaica), que queda interiorizada en el individuo desde la mencionada influencia de su maestro Sócrates. Al alma le corresponde el control de los apetitos que proceden del cuerpo.

En las obras posteriores, especialmente en la República, no parece adecuado atribuir al cuerpo los deseos, los instintos y las pasiones, ya que no se trata de movimientos corporales sino de fenómenos psíquicos que nos mueven a actuar de determinada manera. Estos elementos se trasladan por lo tanto a una parte del alma, la apetitiva o concupiscible. A partir de ahí, se hace necesario explicar qué relación guarda esta parte del alma con su naturaleza fundamentalmente racional. Platón se basa en el siguiente argumento.

1) El conflicto moral es un fenómeno que se da en el alma humana y es necesario reconocer su existencia y explicarlo.

Un conflicto moral se da en el alma humana cuando se ve impelida o influida por dos fuerzas contrapuestas: lo que dicta nuestra razón y lo que dictan nuestros impulsos o nuestros apetitos. Cuando lo racional es que estudie esta tarde filosofía para preparar el examen de la semana que viene pero, en el mismo momento, siento la atracción de pasar la tarde saliendo con mis amigos o jugando al parchís, me encuentro en una situación de conflicto moral. Mi decisión se ve obstaculizada por verme influido por dos fuerzas opuestas e incompatibles: una racional y otra irracional.

En sus obras anteriores a la República, Platón atribuye la fuerza de los impulsos y los apetitos al cuerpo, pero en esta obra no parece correcta o adecuada dicha atribución, ya que dichos impulsos y apetitos son fenómenos psicológicos y no movimientos corporales. Así que es el alma la que se ve directamente influida por dichos apetitos, aunque su influencia sea debida a que el alma se encuentra encarcelada en un cuerpo material.



2) La aceptación del Principio de No-Contradicción (PNC), de Parménides.

Platón sigue a Parménides en su estricta lógica, aplicando el PNC: aceptar que una misma cosa tiene una característica y su opuesto, a la vez, supone una contradicción que va en contra de todo lo concebible. En el caso del conflicto moral, nos encontramos precisamente en esa tesitura, ya que el alma está siendo, a la vez, racional e irracional. Esto es completamente inaceptable.



3) Luego: el alma ha de tener distintas partes.

Para cumplir con las premisas anteriores, es necesario concluir que no puede ser la misma cosa la que quiere estudiar y la que no quiere estudiar, la que es racional e irracional, a la vez. Es necesario, pues, concluir que alma tiene al menos dos partes distintas. Así, se distingue la parte apetitiva del alma como aquella en la que se produce la influencia de lo corporal, la influencia de la materia en el alma, en la forma de apetitos, instintos, impulsos, deseos, etc. La otra parte del alma, la parte racional, es la que se encarga de dominar a los institntos y los impulsos, la que permite el conocimento universal y la conducta buena (de acuerdo con el intelectualismo moral de Sócrates).

A estas dos partes del alma, Platón añade una tercera: el ánimo, la parte irascible. Este tercer elemento tiene que ver con la decisión y coraje. Cuando la razón y el apetito entran en conflicto, hay una fuerza interior que decide el conflicto a favor de la razón y que causa la ira cuando la razón cede en favor de los apetitos. Así, son tres las partes del alma: razón, ánimo y apetito, de acuerdo con la doctrina de la República.

Merece la pena señalar que el conflicto moral solo puede darse en el alma cuando está retenida en su cárcel corporal material,  pero no cuando se libera del cuerpo. Cuando el alma se encuentra en su estado "natural" (la unión con el cuerpo sería un estado temporal y antinatural) el alma retiene su naturaleza simple, no se verá tentada por lo irracional a hacer lo incorrecto, sino que al estar en contacto con las ideas su naturaleza racional captará el Bien directamente, sin ser obstaculizada ni contaminada por lo material. Por lo tanto, Platón salva la contradicción arriba mencionada y, de paso, da una explicación coherente al fenómeno psicológico del conflicto moral.

En el Fedro también aparece esta división tripartita del alma, a través del mito que compara el alma con un carro alado compuesto por el auriga (la razón) y dos caballos, uno blanco (ánimo) y uno negro e indócil (apetitos).

Reconocer estas tres partes del alma permite a Platón establecer un paralelismo perfecto entre ésta y el Estado. Este paralelismo le permite sostener que la justicia es la misma tanto en el individuo como en el Estado. La diferencia es meramente de escala: la justicia vista en letras grandes se da en el Estado, en letras pequeñas se da en el alma. Pronto explicaremos este paralelismo.

miércoles, 26 de octubre de 2011

¿Una personalidad digital?

Acabo de leer un magnífico artículo en el diario digital El País sobre lo que algunos psicólogos están llamando la e-personality, la personalidad digital, y sobre cómo los hábitos que tenemos en las redes sociales están transformando las relaciones interpersonales y la propia visión de lo que nos hace seres únicos e irrepetibles: nuestra personalidad.

Las nuevas tecnologías sociales que están surgiendo en Internet (redes sociales, redes de compartir archivos, mensajes, etc.) están actuando sobre nuestra identidad personal, llegando a crear incluso ciertos hábitos neuróticos en las relaciones entre sus usuarios (obsesión por la reputación digital, por las visitas recibidas en nuestro entorno social digital de turno -Twitter, Facebook, Tuenti, blogs, etc.-, narcisismo por la popularidad en la Red, potenciación o disminución de algunos rasgos del carácter en las relaciones por Internet, y tantos otros que se mencionan).

Diseño de http://andreaturvey.blogspot.com/


Las redes sociales reproducen en un nivel distinto (digital, virtual) las relaciones que caracterizan nuestra vida social: agradecimientos, ignorar a las personas,  agresividad, amabilidad, hipocresía, egolatría, amistad, compartir. Algunos aspectos de nuestra e-identity llegan incluso a trasladarse a nuestra identidad personal "habitual" (es decir, la que no está "conectada" a Internet), modificándola en importantes aspectos. La autora cita a un estudioso sobre el tema, el psiquiatra Elias Aboujaoude (cito el artículo):
"En muchos casos, la versión virtual de nosotros mismos complementa nuestra personalidad y puede actuar como una extensión de esta. (...) La e-personality es más audaz, fuerte y eficiente que la personalidad original". Los estudios de este psiquiatra se concentran en demostrar cómo nuestro yo digital influye en los actos cotidianos fuera de la red. "Los rasgos que integramos en nuestra vida on line suelen ser incorporados a nuestra personalidad off line. De este modo, podríamos acabar siendo más atrevidos y menos diplomáticos en nuestras relaciones, aunque no tuviéramos delante una pantalla o un iPhone", explica el psiquiatra.

El artículo comenta que, curiosamente, aunque nos extrañará cada vez menos, algunos usuarios se llaman por su nick (su nombre de usuario en la red social) cuando se conocen en persona (es decir, cara a cara), un hecho que llaman "desvirtualizarse": "nos estamos desvirtualizando"... es decir, "nos estamos conociendo cara a cara".

Tiene miga el tema de la personalidad, ¿a que sí?

Uno de los comentarios al artículo reza así:

  • 49
    María - 25-10-2011 - 22:26:48h

    este artículo es genial pero la mayoría de enganchados al twitter no lo leerá porque tiene más de dos frases.

EJERCICIO.
 
1) ¿Qué piensas de este fenómeno? Comenta el artículo. (Utilizad los comentarios).

2) ¿Puedes encontrar alguna relación entre este artículo y el tema de la entrada Ciborgs de naturaleza y cultura?

domingo, 16 de octubre de 2011

15-O





Del DRAE:


SERVIR:

2. intr. Estar sujeto a alguien por cualquier motivo haciendo lo que él quiere o dispone.
 
6. intr. Aprovechar, valer, ser de utilidad.

En el Diccionario de la Real Academia existen 19 acepciones del término "servir".

miércoles, 12 de octubre de 2011

Ciborgs de naturaleza y cultura

Un ciborg es un ser híbrido formado por materia biológica y unas prótesis artificiales, mecánicas, electrónicas o de otra índole. El DRAE lo define como un ser formado por materia viva y dispositivos electrónicos. El concepto de ciborg no es el mismo que el de robot o de androide. Aunque la ciencia-ficción ha utilizado mucho esa idea para los personajes de sus historias (por ejemplo, las películas de Blade Runner o Inteligencia Artificial), algunos científicos y pensadores juzgan que no deberíamos considerar la existencia de ciborgs como un mero producto de la imaginación y la fantasía. De hecho, dirán, hay seres ciborgs realmente existentes. Pensemos en una persona que lleva un marcapasos en el corazón, o en el hecho de que usamos gafas o lentillas para corregir la miopía. Estas son realidades muy cotidianas y alejadas de lo fantástico. Así, que algunos pensadores se han tomado en serio la idea y se han preguntado si los seres humanos no seremos ciborgs.

Imagen: http://www.flickr.com/photos/ol1/5632304342/sizes/m/in/photostream/


 En cierto sentido, podemos decir que el ser humano también es un ser híbrido de naturaleza biológica y de una cultura. El ser humano, lo que es cada uno de nosotros, es el resultado de su naturaleza biológica y de su propio desarrollo dentro de una cultura determinada. Por naturaleza tengo pelo, por cultura lo llevo corto o largo, lo tiño o lo peino de determinada forma. Por naturaleza me alimento cada día, por cultura uso palillos o tenedor. Por naturaleza hablo un lenguaje, por cultura hablo español o inglés o japonés (o varios a la vez).

El filósofo español Fernando Broncano, en su obra La melancolía del ciborg (2009), es uno de esos pensadores que se toma en serio la metáfora del ciborg para aprender algo acerca de la cultura y de los seres humanos. Para él somos ciborgs en tanto que seres culturales porque la cultura amplía nuestras capacidades naturales hacia puntos siempre insospechados. Dado que hay distintas culturas, hay distintos tipos de ciborg. Su blog, una prótesis cultural suya, se llama El laberinto de la identidad.

Ve el vídeo donde Broncano explica su postura y contesta a las cuestiones siguientes. Los enlaces anteriores contienen vídeos y explicaciones sobre la relación entre los ciborgs y los humanos.



CUESTIONES:

1) ¿Cómo define el filósofo a los ciborg?

2) ¿De dónde adquieren los seres humanos sus "prótesis"? Pon algunos ejemplos de estas prótesis. ¿Qué prótesis usas tú con mayor frecuencia?

3) ¿Por qué dice Broncano que cada cultura crea ciborgs distintos? ¿Qué significa esta idea?

4) ¿Crees que Internet es una prótesis para los ciborgs de nuestra cultura?

5) ¿Es compatible ver a los seres humanos como ciborgs y como personas?

Puedes encontrar una entrevista donde Fernando Broncano explica más su posición aquí. (Se trata de una entrevista al autor en el diario La Vanguardia, miércoles, 2 de septiembre de 2009. Es necesario bajar la barra del navegador hasta cerca del final de la página y descargar el documento de la entrevista).

sábado, 1 de octubre de 2011

Mapa de los primeros filósofos griegos

Gracias a la web Boulesis, enlazada en la parte izquierda de este blog, y a la tecnología de Google Maps,  disponemos de un mapa interactivo de las principales figuras de la filosofía presocrática. Los presocráticos aparecen comentados cuando se hace click en cada punto que aparece del mapa.

Aquí podéis encontrar el mapa.

Agradecemos el trabajo bien hecho al autor de Boulesis.

Igualmente, especialmente para los alumnos de Bachillerato, os animo a que consultéis las dos últimas entradas del Blog de Pilar. En ellas se enlazan vídeos sobre el origen de la filosofía.

Sapere aude!

viernes, 30 de septiembre de 2011

La ciudadanía socrática

Sócrates fue el primer pensador occidental cuya vida y muerte permiten relacionar los conceptos de filosofía y de ciudadanía (los mismos que sirven para denominar la materia del primer curso de Bachillerato). Reflexiona sobre su figura y responde a las cuestiones al final del texto.

Imagen de Wikipedia
Imagen de Wikipedia



Una de las más importantes filósofas actuales, la profesora Martha C. Nussbaum, usa esta relación de filosofía y ciudadanía en la figura del Sócrates histórico para defender un modelo educativo que no duda en llamar "educación socrática", en su obra El cultivo de la humanidad, de 1996. En una obra más reciente, Not for profit (2010) (traducida como Sin fines de lucro), la profesora defiende la educación socrática como una cuestión necesaria para superar la crisis más urgente que afronta nuestra sociedad: no la crisis económica sino la crisis de los propios valores de la convivencia democrática. (Una crisis de la democracia cuyos efectos podemos sentir ya en el tipo de propuestas y de medidas que se imponen a los ciudadanos para abordar una crisis económica que ahoga a las víctimas y premia con más beneficios económicos a los responsables).

¿Qué tiene la figura de Sócrates, como ciudadano y como filósofo, que la hace un ejemplo democrático para una de las filósofas más influyentes en nuestra época, unos 2500 años más tarde?

En el diálogo platónico de la Apología de Sócrates,  el personaje de Sócrates se define a sí mismo como un tábano que aguijonea el lomo de un noble pero perezoso caballo (30e - 31a). Un ciudadano como él es útil para la democracia, sostiene Sócrates, porque despierta a sus conciudadanos de la pereza que supone vivir conforme a las tradiciones, a las normas y a las creencias recibidas acríticamente y sin reflexión. El símil del tábano es tremendamente acertado y expresivo (Platón muestra aquí su grandeza literaria). El aguijón obliga a moverse del sitio al caballo y eso es bueno para él (contra su pereza); pero, a la vez, resulta doloroso y es capaz de crear resentimiento, de que sea visto como una amenaza, un peligro, etc. La actividad aguijoneadora de Sócrates fue juzgada así por sus conciudadanos y Atenas lo condenó a muerte por impiedad (por faltar a los dioses de la ciudad) y por corromper a la juventud.

Imagen de http://www.cafepress.com/


Sócrates abordaba a los atenienses cuestionando todo aquello que habían creído y aceptaban sin el menor resquicio para la duda: qué es la justicia, cómo podemos confiar en la tradición (los poetas) que nos habla de lo que piensan los dioses y de sus motivos caprichosos para actuar, qué es una vida virtuosa, etc. Los ciudadanos no recibían bien este cuestionamiento de sus creencias, costumbres y normas más arraigadas. Sócrates les mostraba que sus decisiones más importantes, en lo personal y en lo político, eran fruto de una mera aceptación pasiva de lo convencional, que sus vidas habían sido modeladas por dichas normas y creencias, y que realmente no eran dueños de sí mismos, sino de la superstición y de la pereza a la que les había llevado una educación tradicional. El aguijón de Sócrates los llevaba a cuestionarse si no había otra manera de hacer las cosas y a examinar cuáles de sus creencias eran dignas de guiar sus propias vidas, también en lo personal y en lo político, y cuáles era necesario rechazar.

Cuando compara la democracia con un noble pero perezoso caballo, Sócrates reconoce que, en su mayor parte, las normas y las creencias convencionales están bien encaminadas (por eso el caballo es noble). Sócrates creía un deber fundamental cumplir con las leyes de la ciudad, aunque esas mismas leyes vayan en contra del propio interés personal. Aceptó la sentencia a muerte a pesar de que algunos amigos le ofrecieron la oportunidad de huir justo la noche antes de su ejecución. El problema serio es la pereza del pensamiento que caracteriza a los ciudadanos de las democracias, su tendencia cómoda a ir por la vida sin pensar sobre otras posibilidades y razones. Unos ciudadanos acríticos, para los que el examen y la reflexión sobre sus vidas supone un esfuerzo que ellos mismos perciben como innecesario, serán unos ciudadanos dóciles y fácilmente manipulables por todo aquel que sea capaz de hacerse oír por el conjunto de la ciudadanía (políticos profesionales, medios de comunicación, grupos de interés, grandes empresas, etc.). Serán unos ciudadanos que, no siendo dueños de sí mismos, vivirán como esclavos sin saberlo.

CUESTIONES.

1) ¿Qué es ser un buen ciudadano, para Sócrates?

2) Reflexiona sobre lo que provoca la pereza en los ciudadanos. ¿Qué tipo de creencias solemos aceptar acríticamente los ciudadanos? ¿Qué actividades o costumbres crees que realizan los ciudadanos por ser meramente convencionales, sin plantearse por qué las realizan?

3) ¿Qué ocurre en nuestra sociedad con aquellas personas cuya conducta o cuyas creencias se alejan de lo convencional?

4) ¿Cuáles pueden ser las fuentes de la manipulación de los ciudadanos en nuestra sociedad democrática? Pon algún ejemplo.

5) ¿Qué utilidad puede tener la filosofía en las sociedades democráticas? Razona tu respuesta.

La filosofía y otros saberes

En la siguiente imagen tenéis un enlace a un Cmap (un mapa conceptual) y, más abajo, un ejercicio que puede usarse como herramienta para comparar a la filosofía con otros saberes: la ciencia y el mito. Todos estos saberes, incluyendo a la filosofía, aspiran a dar una explicación cabal de la experiencia humana, un sentido y una perspectiva determinada que nos permita comprender el mundo que habitamos y nuestra propia existencia como seres humanos. Pulsa en la imagen para acceder al mapa.



EJERCICIO

Examina el Cmap y elabora una definición amplia de la filosofía, distinguiéndola de los otros tipos de saber. Para ello, construye distintas proposiciones (cuantas más mejor) siguiendo las conexiones de cada concepto con ayuda de las flechas. Por ejemplo:

a) La reflexión filosófica como saber (globo principal morado) se diferencia de la ciencia y el mito (globos morados más pequeños).

b) La ciencia proporciona una perspectiva particular y crítica sobre ... (completar).

Sigue tú buscando proposiciones acerca de la naturaleza de la filosofía y de sus diferencias con el mito y la ciencia.