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miércoles, 5 de octubre de 2016

Los primeros filósofos griegos: Anaxímenes de Mileto

     En la figura de Anaxímenes de Mileto encontramos al último seguidor de la primera escuela de filosofía. De él se sabe que escribió otro tratado “Sobre la naturaleza”.
Imagen de Wikipedia

     Anaxímenes propone un principio material como arché de la naturaleza, origen de la diversidad y pluralidad de cosas que pueblan la physis: el aire. Podemos apreciar en su propuesta un intento de compromiso entre sus dos maestros anteriores. Por un lado, el aire es un principio material y a partir de él se componen todas las cosas y estas vuelven a ser aire cuando se descompone, siguiendo a Tales. Pero, por otro lado, el aire no parece poseer características o cualidades determinadas y ello hace que se asemeje a lo apeiron de Anaximandro. El aire apenas es perceptible, está por todas partes y parece poseer automovimiento (el viento).

Imagen de www.lenguajedelaire.com


     Como novedad respecto a sus maestros, este pensador abordó la cuestión sobre el mecanismo que produce el cambio en la naturaleza (es decir, el proyecto de describir los principios que gobiernan el movimiento en el cosmos): la condensación y la rarefacción del aire. Los cambios en la naturaleza se producen por cambios en la densidad de la materia fundamental. Todo cuanto existe y todo cuanto ocurre se produce a partir de estos dos procesos fundamentales. El calor y el frío, lo seco y lo húmedo. 

     Anaxímenes también identificó el alma con el aire. El alma es el principio que mantiene la vida de un organismo. Cuando el animal muere expira el aire que mantiene el principio de la vida. Esta sugerencia parece surgir de un paralelismo con el funcionamiento de todo el cosmos: es el aire lo que rodea por todas partes al universo y lo mantiene cohesionado.



     Con la figura de Anaxímenes de Mileto, la primera escuela filosófica inicia el camino común de la filosofía y la ciencia. Ellos fueron los fundadores del proyecto de explicar la naturaleza de manera racional y sistemática, sin recurrir a fuerzas sobrenaturales.

martes, 13 de octubre de 2015

Los primeros filósofos griegos: Anaximandro de Mileto

     Anaximandro, discípulo contemporáneo de Tales, escribió un libro del que se conservan unos pocos fragmentos. La tradición doxográfica le atribuye la elaboración de un mapa del mundo, así como diversas mediciones astronómicas.

Fuente de la imagen: Wikipedia

     Podemos decir que Anaximandro fue el primero en proponer que el principio (arché) de todas las cosas no es observable, accesible a través de la experiencia, a pesar de que es un constituyente material de todo cuanto existe.

Fuente de la imagen: Wikipedia
     Este autor parece sostener que hay dos pares de características básicas opuestas en todas las cosas (que dan lugar a los componentes básicos tierra, agua, aire y fuego): lo seco/caliente se opone a lo húmedo/frío. Esto lo llevó a una idea crucial, en contra de su maestro Tales. Podemos imaginar a Anaximandro frente a una hoguera, cavilando la imposibilidad de que el fuego (caliente/seco) pueda surgir del agua (frío/húmedo), como parecía sostener su maestro. En general, si el principio de todas las cosas tuviera unas características concretas, como el agua (húmedo/frío), entonces no podríamos explicar cómo han surgido las otras cosas que no poseen estas características. Pues, ¿cómo lo seco va a surgir de lo húmedo o lo caliente de lo frío? ¿cómo unas características pueden proceder de sus opuestos? Una doctrina como la de Tales hacía racionalmente imposible explicar la multiplicidad de la naturaleza.

     El principio de todas las cosas, su arché, tiene que ser necesariamente algo indeterminado, indefinido, algo sin características: lo apeiron. Las cosas -cada una de las que forma la enorme pluralidad de la naturaleza- son algo determinado, poseen características concretas que hacen que se diferencien unas de otras, que determinan lo que cada cosa es. Pero lo que está en el origen de estas determinaciones, de estas diferencias que han configurado la naturaleza en su aspecto plural y múltiple, no puede ser a su vez algo concreto y definido por alguna característica, sino solo algo indeterminado, indefinido, a-peiron.

     Por primera vez desde el nacimiento de la filosofía, estamos ante una visión abstracta de la realidad: lo que explica la totalidad de lo real no está al alcance de la experiencia común de los seres humanos, que a través de los sentidos accede solo a realidades determinadas; solo la razón puede llevarnos a la existencia de lo indeterminado.

     En cuanto a su cosmología, a Anaximandro se le atribuye también la idea de que hay una sucesión de mundos que se forman y se destruyen, formando un ciclo que va de lo indeterminado a lo determinado y vuelta a lo indeterminado, cuando la pluralidad de las cosas se destruye o se corrompe.

Así mismo, Anaximandro parecía sostener la idea de que el ser humano procedía de unos peces primitivos, doctrina en la que muchos comentaristas han querido ver un anticipo de la teoría de la evolución.



domingo, 11 de octubre de 2015

Los primeros filósofos griegos: Tales de Mileto

Fuente de la imagen: Wikipedia




      Tales de Mileto fue uno de los Siete Sabios de Grecia. Vivió entre finales del s. VII y mediados del s. VI a.C. Se le atribuyen varios teoremas relacionados con los triángulos así como la sorprendente predicción de un eclipse. Viajó a Egipto y a Caldea. De él se cree que no llegó a escribir ningún libro. Sabemos de su pensamiento por noticias, menciones o testimonios de otros autores de la antigüedad.

Fuente de la imagen: Wikipedia
     Quizás por influencia de la cultura egipcia, Tales sostenía que el arché de todas las cosas era el agua. Todos los seres eran variaciones de un único elemento o sustancia material que adoptaba distintas formas y estados. La variedad, la multiplicidad de cosas que pueblan la naturaleza -la physis- es, en último término, agua. Todo se formó a partir del agua.
     Aristóteles pensó que era la relación primordial que este elemento guarda con la vida (en la composición de los seres vivos, en las semillas reproductoras de los animales, etc.) lo que llevó a Tales a hacer la afirmación de que el agua es el principio que explica todas las cosas.

  También, se cuenta que explicaba los terremotos y los temblores de tierra por el hecho de que la tierra flota sobre el agua.

  A Tales también se le atribuye la frase "todo está lleno de dioses" y la explicación de que la piedra imán atrae al hierro porque posee un alma. Estas atribuciones parecen apuntar a que Tales sostenía una doctrina llamada hilozoísmo. Esta doctrina trata a toda la materia como si de un ser vivo, animado, se tratase. La materia tiene un alma, un ánima ("es animal") responsable de su "comportamiento", de su capacidad de moverse por sí misma. Desde épocas prefilosóficas, el concepto de alma (psyché) en la cultura griega es el de la fuente de la vida y del movimiento. Para comprender esta atribución a Tales, se debe tener en cuenta que en la época del autor -y hasta mucho después- no se distinguía entre materia viva e inerte, entre lo animado y lo inanimado. Estos conceptos (lo vivo y lo inerte, lo animado y lo inanimado) han tenido su propio desarrollo y no pueden darse por sentado en las teorías de estos pensadores.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Del mito al logos: el origen de la filosofía

La filosofía y la ciencia son hermanas gemelas (nacieron juntas y en las mismas figuras del pensamiento), a pesar de que hoy en día algunas de sus disciplinas y de sus autores se encuentren muy alejadas y, en algunos casos, en fuerte enfrentamiento.

En esta entrada vamos a intentar arrojar alguna luz sobre el origen de la filosofía apoyándonos, en primer lugar, en este vídeo que también aparece enlazado en Blog de Pilar, Aula de filosofía. Se trata de la excelente explicación del gran divulgador Carl Sagan en la serie Cosmos, episodio "El espinazo de la noche". Pincha en la ventana de bajo para ver esta delicia de documental y hacer un resumen de las condiciones en que tuvo lugar el nacimiento del pensamiento filosófico y científico.






La gran dificultad que encontramos para comprender los inicios de la filosofía y las oscuras tesis [pinchando en cada punto del mapa se muestran estas tesis] de los primeros filósofos radica en algo que va más allá de la lejanía cronológica y cultural que nos lleva hasta más de 2500 años atrás en el tiempo. Se dice pronto. Hay factores históricos y socio-culturales que determinan la aparición de la filosofía y la ciencia (como la posibilidad de disponer de tiempo de ocio, la actividad comercial en las colonias de Asia Menor y la lejanía geográfica de las grandes poléis (ciudades-estado) griegas, que permitieron la relativización de las creencias tradicionales). Pero la dificultad a la que me refiero consiste en algo que, de por sí, es difícil de articular. Para acercarnos un poco a ella tenemos que forzar la imaginación y colocarnos en situación que se vieron aquellos primeros pensadores: tener por delante la tarea de buscar un tipo de explicación para TODO, un tipo de explicación distinto al tipo tradicional, el relato mítico. Este el llamado paso del mito al logos.

La Odisea: Atenea habla con Zeus sobre Ulises


¿Por qué es difícil de comprender este paso? Porque los seres humanos del siglo XXI llevamos unos 25 siglos y más (!!!) pensando dentro del marco de pensamiento que ellos inauguraron y estamos demasiado habituados a este tipo de explicación racional que son la filosofía y la ciencia. La dificultad es, pues, intentar imaginar un marco mental en el que no existía la ciencia como modelo de explicación acerca del universo. [Entiéndase bien que no quiero decir que no existieran explicaciones racionales y/o científicas sobre algún tema (por ejemplo, los egipcios y los babilonios eran bastante buenos ya haciendo cálculos astronómicos y eran poseedores de ciertos conocimientos que les permitía, por ejemplo, aumentar sus cosechas). Lo que quiero decir es que, hasta el siglo VI a. C, no existía el proyecto consciente de explicar TODA la realidad de una manera racional (sin recurrir a entidades caprichosas, como los dioses) y sistemática (aplicando los mismos principios explicativos -archai, pl. de arché, en griego- para los mismos fenómenos)]. ¿Cómo pensar científicamente si no existe (todavía) la ciencia? ¿Puedes imaginarte esa tarea? Vamos a ver cuáles eran las características generales de este nuevo proyecto de investigación de la naturaleza. ¿Qué era "filosofar" para aquellos primeros pensadores griegos? ¿Qué tarea se proponían y cómo llevarla a cabo?

  1. Cuando Hesíodo presentó su Teogonía (en un concurso poético en Eubea, que ganó), él podía haber sostenido que su obra estaba ofreciendo una explicación de TODAS LAS COSAS, un enfoque de la realidad en su conjunto. ¿Qué es lo que separa este tipo de explicación épica, poética, mitológica, de la explicación filosófica? El logos filosófico, a diferencia del mito, se propone ofrecer un enfoque también global de TODAS LAS COSAS, pero bajo el propósito de que dicho enfoque sea racional (la explicación de los fenómenos debe estar apoyada en razones, no en misteriosos antojos y caprichos de seres sobrenaturales) y sistemático (para un mismo tipo de fenómenos, por ejemplo, el rayo en las tormentas, se debe ofrecer un mismo tipo de explicación, por ejemplo, la actividad eléctrica en la atmósfera; el mito no era sistemático ya que producía diferentes explicaciones para un mismo fenómeno: en la tormenta de la semana pasada, Zeus lanzó un rayo a su granja estaba enfadado con mi vecino por no haber sacrificado un pollo en su honor en la última fiesta, pero en la de ayer estaba festejando una nueva relación con Afrodita y lanzaba rayos para celebrarlo). Cuando los primeros pensadores proponían los principios de las cosas (el agua, el aire, la tierra, el fuego), lo que hacían era decir que absolutamente todos los fenómenos se explican por la acción o la mezcla de esos mismos elementos o principios.
  2. Dicho enfoque además pretendía ser coherente y argumentativo. Los primeros pensadores trataban de hacer coherentes y consistentes sus explicaciones. Además, sus explicaciones estaban abiertas a la argumentación racional, su aceptación o rechazo dependía de las propias capacidades humanas para el conocimiento y el razonamiento.
  3. En los primeros pensadores griegos, especialmente en Heráclito, encontramos un afán educativo por transformar la visión de la realidad de sus contemporáneos, despertando a la gente de sus ilusiones individuales acerca de cómo ocurren las cosas. En los fragmentos que se conservan de Heráclito encontramos muchas referencias a desconocidos personajes a cuyas opiniones vulgares el autor enfrenta sus tesis.
  4. Se trata de un enfoque crítico y alejado de lo convencional. Sus explicaciones se apartan conscientemente de las convenciones miopes de la propia cultura (etnocéntricas) y de las tradiciones míticas recibidas. La autoridad de los mitos y de los otros pensadores es siempre puesta en cuestión antes de aceptar cualquier tipo de explicación sobre los fenómenos de la naturaleza.
Estas son características muy generales que intentan hacer un mínimo de justicia a la gran diversidad de enfoques, métodos de investigación e intentos de explicación que produjeron los distintos pensadores que conforman el origen de lo que hoy es la gran tradición de la ciencia y la filosofía. Son características destacables porque siguen marcando la labor de los filósofos en la actualidad, después de venticinco siglos.

[ACTUALIZACIÓN: 23 - 11 - 2012]



Para acabar os dejo con una versión en directo del tema "Myth", de uno de los mejores grupos de dream-pop del momento, Beach House. ¡Que lo disfrutéis!


domingo, 6 de mayo de 2012

Hacia Nietzsche, desde el rock

Me da un poco de rabia no poder determe en la gran influencia de ciertos autores que se estudian en el Bachillerato. El caso de Nietzsche es típico de esta circunstancia. Además, resulta que coincide con los últimos meses del curso, cuando ya no hay tiempo para nada y los estudiantes ya no están como para disfrutar del pensamiento con la presión de la Selectividad.

Si en la entrada anterior veíamos una influencia del autor en el cine reciente, esta entrada muestra algo parecido pero en la música (aunque quizás algo menos reciente).

La primera vez que leí algo original de Nietzsche fue en un disco de rock, cuando aún estudiaba mis últimos años de secundaria. Cada tema del disco venía acompañado de una cita literaria que había inspirado la letra de la canción. La de Nietzsche decía así:

It was Christianity which painted the devil on the worlds wall; it was Christianity which first brought sin into the world. Belief in the cure which it offered has now been shaken to its deepest roots; but belief in the sickness it taught and propagated continues to exist.



El disco era de la increíble banda Manic Street Preachers, Generation Terrorists (1992). El tema en cuestión era Crucifix Kiss, cuya letra me fascinaba igual que su música. Se trataba de una cruda crítica a la moral del cristianismo como una moral de sometimiento que, en el plano político y social, conducía a la aceptación mansa de la autoridad (claro que a Nietzsche ese plano no le interesaba gran cosa, pero ahora sigo creyendo que el sentido de la letra apunta en esa dirección). Aquí lo tenéis (podéis encontrar la letra en Internet).






 (...) Believe in tomorrow but not today
Give me all your possessions

Make poverty your perfect home
Allow your leaders to control you
Questions are now blasphemy

Aunque, precisamente ese tema no era mi favorito de ese inmenso disco. Mi favorito -entonces y ahora, y que también tiene connotaciones nietzscheanas- era Motorcycle Emptiness.




Espero que os guste.  Subid el volumen, que es rock.

lunes, 30 de abril de 2012

Recursos en Internet para Nietzsche

En esta entrada os propongo algunos enlaces para preparar el tema de Nietzsche. Los primeros son imprescindibles. El último es sobre la nietzscheana película de Lars Von Trier, Melancholia (2011). Vaya por delante el enorme agradecimiento a los profesores que han elaborado estos materiales.



En el excelente weblog Aula de Filosofía de Eugenio Sánchez Bravo, que aparece en nuestra lista de "enlaces interesantes", podéis encontrar un comentario detallado del texto de Nietzsche, "La 'razón' en la filosofía". Imprescindible para preparar el comentario de texto.

En este enlace de paco.PRoFeBLoG, encontraréis diversas entradas con enlaces a materiales útiles (presentaciones, apuntes).

Finalmente, merece la pena el comentario de Eugenio Sánchez Bravo sobre la película Melancholia. En los comentarios a esa entrada, encontraréis uno mío. No tiene desperdicio el vídeo sobre los primeros minutos de la película, con la música del Tristán e Isolda,  de Richard Wagner, tan admirado por nuestro autor. Así que, ya sabes, sube el volumen. Espero que os inspire tanto como a mí.


viernes, 16 de marzo de 2012

Descartes y Borges

Aprovecho que en la entrada anterior hemos hablado sobre Borges para copiar aquí un poema de Borges que se llama Descartes. Debajo dejo algunas preguntas que pueden responder los alumnos de 2º de Bachillerato y un enlace a un mapa conceptual de la filosofía de Descartes que hay en el blog de Pilar.

Soy el único hombre en la tierra y acaso no hay tierra ni hombre.
Acaso un dios me engaña.
Acaso un dios me ha condenado al tiempo, esa larga ilusión.
Sueño la luna y sueño mis ojos que perciben la luna.
He soñado a Cartago y a las legiones que desolaron a Cartago.
He soñado a Virgilio.
He soñado la colina del Gólgota y las cruces de Roma.
He soñado la geometría.
He soñado el punto, la línea, el plano y el volumen.
He soñado el amarillo, el azul y el rojo.
He soñado mi enfermiza niñez.
He soñado los mapas y los reinos y aquel duelo en el alba.
He soñado el inconcebible dolor.
He soñado mi espada.
He soñado a Elisabeth de Bohemia.
He soñado la duda y la certidumbre.
He soñado el día de ayer.
Quizá no tuve ayer, quizá no he nacido.
Acaso sueño haber soñado.
Siento un poco de frío, un poco de miedo.
Sobre el Danubio está la noche.
Seguiré soñando a Descartes y a la fe de sus padres.

 Cuestiones:

1. ¿Cuántos temas de la filosofía cartesiana aparecen en el poema? ¿Puedes explicarlos y ordenarlos según la filosofía del autor?
2. ¿Cuál de los motivos de duda cartesiana aparece con mayor preeminencia en el  poema? ¿A qué tipo de conocimientos afecta este nivel de la duda?
3. ¿Hay algún/os verso/s en el/los que se hable de alguna certeza? Señálalo/s.

Enlace:

Esquema de la filosofía de R. Descartes.

martes, 14 de febrero de 2012

Amor y filosofía

En un día como hoy, podríamos preguntarnos si los filósofos se han dedicado alguna vez al tema del amor. Sería extraño que algo tan importante en la vida humana no tuviera un espacio propio en una materia como la que tratamos en este blog.

Lo cierto es que el amor ha sido uno de los temas que los filósofos han tratado desde los mismos inicios de la filosofía. Platón le dedica por lo menos dos diálogos importantes: el Fedro y el Simposio (o el Banquete). En la actualidad los filósofos se siguen haciendo preguntas sobre el amor: ¿qué es el amor? ¿una emoción? ¿un conjunto de emociones? ¿algo indefinible?. Como muestra, podéis echarle un vistazo a la bibliografía que aparece en la entrada de la SEP (en inglés, pero te haces una idea de lo actual que es el tema por las fechas de las referencias) acerca del amor.

La misma palabra "amor" aparece en el nombre de la filosofía. "Filosofía" significa "amor a la sabiduría". Así que, ¿qué esperabas? ¡Por supuesto que el amor es uno de los temas que trata la filosofía! Quizás exista algún parecido entre el "amor a la sabiduría" y el amor a las personas. El amante de la sabiduría vive en el riesgo de no poseerla nunca por entero, siempre hay algo más que descubrir, es un amor que se sabe inagotable. El amor entre las personas, el amor que respeta al ser amado y que no está basado en el puro egoísmo, también sabe que dicho ser es inagotable, porque es único e irrepetible, es una persona.

Ahora bien, el amor de la filosofía no es lo mismo que el amor erótico o que el amor romántico. Se parece más a lo que Aristóteles llamaba "philia" (la misma palabra que compone "philo-sophia"). La philia de Aristóteles es un tipo de amor que puede aplicarse a la persona amiga, a la familia o a personas afines. Encarna los valores de la lealtad y el aprecio por las personas, sin necesidad de que dicho aprecio implique una pasión o un deseo irrefrenable por ellas.

http://www.realmagick.com/platonic-love/


En contraste, el amor como eros, tal y como Platón explicó en sus diálogos, sí que implica dichas emociones de pasión y deseo (de ahí el adjetivo "erótico"). Curiosamente, para Platón, el eros era una fuerza que se conectaba directamente con la pasión por el conocimiento o la sabiduría, con la filosofía. El amor a los particulares, según Platón (cuyo desprecio por lo particular le lleva a postular su teorías de las ideas), es un tipo de ascenso especial al mundo de las ideas, ya que nos lleva directamente de las cosas particulares (las personas amadas) a la idea de Belleza, y de ésta al resto de las ideas cuyo conocimiento implica la auténtica sabiduría. Lo curioso está en que, según Platón, el ascenso que se realiza por el mundo de las ideas no se lleva a cabo nunca a través de los particulares, que pertenecen al mundo sensible, sino que, volviendo la espalda a la multiplicidad y mutabilidad de los objetos sensibles, el conocimiento asciende dialécticamente de unas ideas a otras (empezando por el conocimiento de las matemáticas y terminando con el ascenso a la Idea de Bien). (La atención a los seres del mundo sensible, más bien, no es más que un estorbo para el verdadero conocimiento, tal y como sostiene Platón en su famosa Alegoría de la Caverna de la República).

El caso del amor es un caso especial en este sentido. La belleza particular de un individuo nos recuerda a la verdadera Belleza intemporal, no mezclada con nada más, que existe en el mundo de las Ideas, de las Formas. De esta manera, si la belleza particular siempre apunta a algo fuera de ella misma (la idea de Belleza), entonces cualquier belleza particular puede ser intercambiable por cualquier otra, en cualquier otra persona, idea o cosa. Porque amar es amar a la idea de Belleza, no a un individuo particular. El amor a los individuos es relativo a su participación de la Forma platónica de belleza y no a la atención a sus características únicas e irrepetibles. No amamos a la persona particular sino a su participación de la Belleza, a lo que dicha persona refleja de la Idea universal de Belleza.

Esta característica de universalidad (y de posibilidad de sustitución, de reemplazo, sin pérdida de lo que es importante en el amor) diferencia el concepto platónico del amor con la idea Aristotélica de la atención a lo particular e irrepetible (ver las entradas sobre Prudencia y conocimiento I y II). La persona amada es un ser único e irrepetible que no puede ser reemplazado sin más. Perder a una persona amada se vive como una pérdida irrecuperable, irremplazable. Cuando otra persona (un amor, una amistad) llega a nuestra vida, no suplanta a las otras personas amadas si más, sino que son seres que, a su vez, son únicos e irrepetibles. Seres que, por lo tanto, no podemos intercambiar sin perder algo importante.

Martha C. Nussbaum, en su obra El conocimiento del amor, expone un punto de vista complejo en el que intenta mantener una tensión entre los puntos de vista de los dos autores griegos. El amor es algo que implica el valor de lo único y de lo irrepetible (Aristóteles) que encarna cada persona y, en especial, la relación con la persona amada. Pero también implica valores universales (Platón) que sólo surgen del contacto con el ser amado. Dicho ser ejemplifica ciertas características de por sí valiosas y nosotros nos identificamos con ellas a través de la persona amada (la bondad, el coraje, la ternura, etc.). Elegir entre dos posibles amores, nos dice la autora, es como elegir entre dos formas de vida. Nuestra identificación con dicha persona nos hace cambiar en lo más profundo de nuestras vidas. La decisión es arriesgada porque en dicha decisión nos va el ser la persona que seremos.

Así, ¿cómo eres en el amor? ¿Te quedas con Platón o con Aristóteles? Y, por cierto, ¿te has dado cuenta de que eres una persona única, irrepetible e inagotable? ¿Te has dado cuenta de que los demás también lo son? ¿Te has dado cuenta de si alguien no se ha dado cuenta de que lo eres?

REFLEXIONA.

1) La foto de arriba y el texto que la acompaña, ¿corresponde a una visión del amor platónica o aristotélica?

2) ¿Qué quiere decir la frase tan común: "tener un amor platónico"? ¿Está bien empleado el adjetivo "platónico" en dicha frase?

martes, 1 de noviembre de 2011

La justicia en el alma y en el Estado

En una entrada anterior, vimos cómo Platón establecía mediante un argumento la división del alma en tres partes: racional, irascible y concupiscible. La relación adecuada entre cada una de estas partes es lo que Platón usará para definir la justicia como una virtud del alma individual. El individuo será justo cuando las tres partes del alma ejerzan la función que les corresponde por naturaleza. Por naturaleza, al alma racional le corresponde el conociemiento auténtico y el control de los impulsos, el gobierno del alma en su totalidad. Al alma irascible le corresponde estar al servicio de la razón, ser gobernada.  Mientras que al alma concupiscible le corresponde no sublevarse y someterse a los dictados de la razón. El correcto funcionamiento de cada parte del alma se identifica con tres tipos de virtud. El alma racional se corresponde con la sabiduría y la prudencia. El alma irascible que decide los conflictos a favor de la razón tiene la virtud de la fortaleza o valentía. Por último, el alma apetitiva, cuando se encuentra bajo el dominio de la razón, posse la virtud de la templanza o moderación. La coincidencia de esas tres virtudes en el alma individual produce la virtud de la justicia. La injusticia se produce, por tanto, cuando la parte apetitiva intenta o consigue usurpar el gobierno del alma.
Imagen de: http://filosofiapauflorida.blogspot.com/2009/11/el-tema-de-la-justicia-ha-sido-muy.html

En su filosofía política, objetivo último de toda la filosofía platónica, el ateniense establece una correlación estructural entre el alma individual y el Estado. El Estado está compuesto de individuos. Las características fundamentales del Estado y su forma de gobierno serán las características que predominen entre sus individuos. El individuo se encuentra integrado en la polis como algo propio a su naturaleza. Así, ni el individuo es algo externo al Estado, ni el Estado es algo externo al individuo. El carácter y la naturaleza de los individuos determinará las características del Estado (si es violento, parcífico, amante del conocimiento, etc). En los libros VIII y IX, Platón estudia la correlación entre los caractéres predominantes en la polis y los distintos regímenes políticos (timocracia, oligarquía, democracia, tiranía) que representan, por grados, un alejamiento cada vez mayor de la politeia ideal.

¿En qué consiste esta ciudad/constitución ideal? Platón considera que se trata de una polis en la que reina la justicia. La justicia en el Estado, como en el alma, se dará cuando las diferentes partes del Estado realicen de manera adecuada la función que le es propia por naturaleza. Así, es necesario establecer cuáles son las distintas partes del Estado y cuál es la función propia de cada una de ellas.

Platón propone que los individuos de la sociedad pueden ser clasificados de acuerdo a su naturaleza, que es inmutable y congénita (Libro III, 425a-c). Esta clasificación se corresponde con la parte del alma que domina en el individuo. Cada individuo posee las tres partes del alma pero en cada uno predomina una u otra, definiendo así su naturaleza, su carácter y la posición social que debería corresponderle en el Estado ideal. (La educación de los individuos en el Estado ideal, desde el planteamiento elitista platónico, no tendrá por objetivo la igualdad sino el desarrollo máximo de sus capacidades naturales). Así, Platón propone tres clases sociales:
  • los productores,  proclives a dejarse dominar por los instintos, por naturaleza (predomina en ellos la parte apetitiva del alma) y cuya función propia en el Estado es la de cubrir las necesidades primarias de toda la sociedad (la actividad económica);
  • los guardianes, en cuya alma predomina la parte irascible y cuya función propia es la defensa del Estado y el mantenimiento del orden en él;
  • los gobernantes, en cuya alma predomina la parte racional y cuya función es el gobierno y el establecimiento de la justicia en el Estado.
Imagen de: pinchar en la imagen para original


La justicia se dará, pues, cuando cada clase social cumpla su función propia de manera exclusiva, cuando los productores y los guardianes se mantengan en su función y no intenten usurpar el gobierno del Estado, y cuando los que gobiernan sean aquellos individuos que por naturaleza han alcanzado la sabiduría después de un proceso educativo que ha ayudado a desarrollar dicha naturaleza. La justicia es, pues, que cada cual haga lo suyo.

Lejos de lo que afirmaban los sofistas (la justicia es sólo una palabra convencional que designa lo que le conviene a cada uno según sea su naturaleza fuerte o débil), lejos de concebir la naturaleza humana como pura irracionalidad, ansia de poder y de dominio por parte del fuerte (y de protección por parte del débil), Platón defiende que la racionalidad está instalada en la propia naturaleza del ser humano y de la sociedad y que, por tanto, la justicia, la racionalidad y el conocimiento son alcanzables si permitimos que nuestra naturaleza racional gobierne tanto el alma como la sociedad.

(En las dos últimas entradas sobre la antropología y la política en Platón me he basado en mis notas sobre la excelente obra del profesor Tomás Calvo Martínez, De los sofistas a Platón: política y pensamiento, uno de los mayores especialistas, contemporáneo, en filosofía antigua. Esta obra, desgraciadamente, ya no se edita, pero aún puede encontrarse en algunas bibliotecas, como en la de nuestro centro. Aprovechadla.)


viernes, 28 de octubre de 2011

Recursos en Internet para Platón


A continuación os presento una serie de enlaces útiles para preparar el tema de Platón.

[¡¡ATENCIÓN!! Recursos actualizados: 2/11/11]

En @puntes de filosofía, del profesor José Vidal González Barredo, se puede encontrar un dossier que es útil para preparar las distintas facetas del pensamiento de Platón y que es útil para aclarar algunas dudas que vayan surgiendo durante el estudio.

En Anantes.net, del profesor Ismael Rojas Pozo, debéis aprovechar los consejos prácticos que se ofrecen para realizar las pruebas de la PAU. Muy útiles desde el punto de vista de la estrategia para los exámenes. Se puede descargar a tu ordenador y tenerlo a mano durante todo el curso.

En paco.PRoFeBLoG, también tenéis  una chuleta metodológica sobre cómo afrontar los comentarios de texto; también, una recopilación de exámenes de la PAU en los que alguno de los textos propuestos ha sido de Platón.

Imagen de: http://homepage.mac.com/eeskenazi/platon3.htm


A partir del blog El Búho Inocente, se accede a muchos recursos útiles sobre el autor ateniense. No dejéis de visitarlo.

En la web elprofedeetica.es, podéis encontrar presentaciones sobre el Símil de la Línea, apuntes y un comentario sobre el Mito de la Caverna. Para acceder a este último recurso, hay que hacer click sobre la pastilla roja que hay en las gafas al final de la página, a lo Matrix.

En filosofia24horas, tenéis una presentación que sirve de repaso del tema de Platón.

En este blog sobre la filosofía en Segundo de Bachillerato, se encuentra un útil resumen, muy sencillo de las temáticas principales de la filosofía de Platón.

En Filosofies, se encuentran vídeos, mapas conceptuales (que NO recomiendo) y algunos exámenes resueltos (que no me ha dado tiempo de revisar, pero que podrían ser útiles).

Finalmente, en la Wiki del profesor Rafael Robles, se puede encontrar una gran recopilación de recursos sobre el tema: presentaciones, imágenes, desarrollos, mapas conceptuales, enlaces, etc.

Espero que os sirva de ayuda esta recopilación de recursos.

Gracias a los autores de estos materiales.

El dualismo antropológico de Platón y las tres partes del alma

La base de la concepción platónica del ser humano es su dualismo alma-cuerpo. En el Fedón (66c), un diálogo anterior a la República, Platón concibe al ser humano como un ser racional gracias a su alma. El alma es inmortal porque se trata de una realidad simple, que como el Ser de Parménides, no puede ser destruida (en el sentido de que no puede descomponerse en elementos más simples, al contrario que el cuerpo).

Imagen de Wikipedia
Sin embargo, en la República (y en el mito del carro alado que aparece en el Fedro), Platón sostiene que el alma tiene tres partes: racional, irascible y apetitiva. ¿Cómo es que Platón parece estar contradiciéndose a sí mismo, defendiendo que el alma es una entidad simple y que tiene tres partes? ¿Qué necesidad tiene de establecer la distinción entre tres partes en el alma?

El dualismo alma-cuerpo que aparece en el Fedón representa la herencia socrática del intelectualismo moral: la conducta buena solo puede proceder de la sabiduría, y esta del control racional de las pasiones e impulsos que tienen su origen en el cuerpo (ver las entradas sobre Prudencia y conocimiento I y II). También, la noción de un alma inmortal hace referencia a la religión pitagórica y al ideal de purificación que dicha doctrina recomendaba.

En dicha obra, Platón identifica el alma con la capacidad racional, en ella reside la virtud (no en la posición social o en la excelencia natural, como era habitual considerar a la aristocracia de la época arcaica), que queda interiorizada en el individuo desde la mencionada influencia de su maestro Sócrates. Al alma le corresponde el control de los apetitos que proceden del cuerpo.

En las obras posteriores, especialmente en la República, no parece adecuado atribuir al cuerpo los deseos, los instintos y las pasiones, ya que no se trata de movimientos corporales sino de fenómenos psíquicos que nos mueven a actuar de determinada manera. Estos elementos se trasladan por lo tanto a una parte del alma, la apetitiva o concupiscible. A partir de ahí, se hace necesario explicar qué relación guarda esta parte del alma con su naturaleza fundamentalmente racional. Platón se basa en el siguiente argumento.

1) El conflicto moral es un fenómeno que se da en el alma humana y es necesario reconocer su existencia y explicarlo.

Un conflicto moral se da en el alma humana cuando se ve impelida o influida por dos fuerzas contrapuestas: lo que dicta nuestra razón y lo que dictan nuestros impulsos o nuestros apetitos. Cuando lo racional es que estudie esta tarde filosofía para preparar el examen de la semana que viene pero, en el mismo momento, siento la atracción de pasar la tarde saliendo con mis amigos o jugando al parchís, me encuentro en una situación de conflicto moral. Mi decisión se ve obstaculizada por verme influido por dos fuerzas opuestas e incompatibles: una racional y otra irracional.

En sus obras anteriores a la República, Platón atribuye la fuerza de los impulsos y los apetitos al cuerpo, pero en esta obra no parece correcta o adecuada dicha atribución, ya que dichos impulsos y apetitos son fenómenos psicológicos y no movimientos corporales. Así que es el alma la que se ve directamente influida por dichos apetitos, aunque su influencia sea debida a que el alma se encuentra encarcelada en un cuerpo material.



2) La aceptación del Principio de No-Contradicción (PNC), de Parménides.

Platón sigue a Parménides en su estricta lógica, aplicando el PNC: aceptar que una misma cosa tiene una característica y su opuesto, a la vez, supone una contradicción que va en contra de todo lo concebible. En el caso del conflicto moral, nos encontramos precisamente en esa tesitura, ya que el alma está siendo, a la vez, racional e irracional. Esto es completamente inaceptable.



3) Luego: el alma ha de tener distintas partes.

Para cumplir con las premisas anteriores, es necesario concluir que no puede ser la misma cosa la que quiere estudiar y la que no quiere estudiar, la que es racional e irracional, a la vez. Es necesario, pues, concluir que alma tiene al menos dos partes distintas. Así, se distingue la parte apetitiva del alma como aquella en la que se produce la influencia de lo corporal, la influencia de la materia en el alma, en la forma de apetitos, instintos, impulsos, deseos, etc. La otra parte del alma, la parte racional, es la que se encarga de dominar a los institntos y los impulsos, la que permite el conocimento universal y la conducta buena (de acuerdo con el intelectualismo moral de Sócrates).

A estas dos partes del alma, Platón añade una tercera: el ánimo, la parte irascible. Este tercer elemento tiene que ver con la decisión y coraje. Cuando la razón y el apetito entran en conflicto, hay una fuerza interior que decide el conflicto a favor de la razón y que causa la ira cuando la razón cede en favor de los apetitos. Así, son tres las partes del alma: razón, ánimo y apetito, de acuerdo con la doctrina de la República.

Merece la pena señalar que el conflicto moral solo puede darse en el alma cuando está retenida en su cárcel corporal material,  pero no cuando se libera del cuerpo. Cuando el alma se encuentra en su estado "natural" (la unión con el cuerpo sería un estado temporal y antinatural) el alma retiene su naturaleza simple, no se verá tentada por lo irracional a hacer lo incorrecto, sino que al estar en contacto con las ideas su naturaleza racional captará el Bien directamente, sin ser obstaculizada ni contaminada por lo material. Por lo tanto, Platón salva la contradicción arriba mencionada y, de paso, da una explicación coherente al fenómeno psicológico del conflicto moral.

En el Fedro también aparece esta división tripartita del alma, a través del mito que compara el alma con un carro alado compuesto por el auriga (la razón) y dos caballos, uno blanco (ánimo) y uno negro e indócil (apetitos).

Reconocer estas tres partes del alma permite a Platón establecer un paralelismo perfecto entre ésta y el Estado. Este paralelismo le permite sostener que la justicia es la misma tanto en el individuo como en el Estado. La diferencia es meramente de escala: la justicia vista en letras grandes se da en el Estado, en letras pequeñas se da en el alma. Pronto explicaremos este paralelismo.

sábado, 1 de octubre de 2011

Mapa de los primeros filósofos griegos

Gracias a la web Boulesis, enlazada en la parte izquierda de este blog, y a la tecnología de Google Maps,  disponemos de un mapa interactivo de las principales figuras de la filosofía presocrática. Los presocráticos aparecen comentados cuando se hace click en cada punto que aparece del mapa.

Aquí podéis encontrar el mapa.

Agradecemos el trabajo bien hecho al autor de Boulesis.

Igualmente, especialmente para los alumnos de Bachillerato, os animo a que consultéis las dos últimas entradas del Blog de Pilar. En ellas se enlazan vídeos sobre el origen de la filosofía.

Sapere aude!

viernes, 30 de septiembre de 2011

La ciudadanía socrática

Sócrates fue el primer pensador occidental cuya vida y muerte permiten relacionar los conceptos de filosofía y de ciudadanía (los mismos que sirven para denominar la materia del primer curso de Bachillerato). Reflexiona sobre su figura y responde a las cuestiones al final del texto.

Imagen de Wikipedia
Imagen de Wikipedia



Una de las más importantes filósofas actuales, la profesora Martha C. Nussbaum, usa esta relación de filosofía y ciudadanía en la figura del Sócrates histórico para defender un modelo educativo que no duda en llamar "educación socrática", en su obra El cultivo de la humanidad, de 1996. En una obra más reciente, Not for profit (2010) (traducida como Sin fines de lucro), la profesora defiende la educación socrática como una cuestión necesaria para superar la crisis más urgente que afronta nuestra sociedad: no la crisis económica sino la crisis de los propios valores de la convivencia democrática. (Una crisis de la democracia cuyos efectos podemos sentir ya en el tipo de propuestas y de medidas que se imponen a los ciudadanos para abordar una crisis económica que ahoga a las víctimas y premia con más beneficios económicos a los responsables).

¿Qué tiene la figura de Sócrates, como ciudadano y como filósofo, que la hace un ejemplo democrático para una de las filósofas más influyentes en nuestra época, unos 2500 años más tarde?

En el diálogo platónico de la Apología de Sócrates,  el personaje de Sócrates se define a sí mismo como un tábano que aguijonea el lomo de un noble pero perezoso caballo (30e - 31a). Un ciudadano como él es útil para la democracia, sostiene Sócrates, porque despierta a sus conciudadanos de la pereza que supone vivir conforme a las tradiciones, a las normas y a las creencias recibidas acríticamente y sin reflexión. El símil del tábano es tremendamente acertado y expresivo (Platón muestra aquí su grandeza literaria). El aguijón obliga a moverse del sitio al caballo y eso es bueno para él (contra su pereza); pero, a la vez, resulta doloroso y es capaz de crear resentimiento, de que sea visto como una amenaza, un peligro, etc. La actividad aguijoneadora de Sócrates fue juzgada así por sus conciudadanos y Atenas lo condenó a muerte por impiedad (por faltar a los dioses de la ciudad) y por corromper a la juventud.

Imagen de http://www.cafepress.com/


Sócrates abordaba a los atenienses cuestionando todo aquello que habían creído y aceptaban sin el menor resquicio para la duda: qué es la justicia, cómo podemos confiar en la tradición (los poetas) que nos habla de lo que piensan los dioses y de sus motivos caprichosos para actuar, qué es una vida virtuosa, etc. Los ciudadanos no recibían bien este cuestionamiento de sus creencias, costumbres y normas más arraigadas. Sócrates les mostraba que sus decisiones más importantes, en lo personal y en lo político, eran fruto de una mera aceptación pasiva de lo convencional, que sus vidas habían sido modeladas por dichas normas y creencias, y que realmente no eran dueños de sí mismos, sino de la superstición y de la pereza a la que les había llevado una educación tradicional. El aguijón de Sócrates los llevaba a cuestionarse si no había otra manera de hacer las cosas y a examinar cuáles de sus creencias eran dignas de guiar sus propias vidas, también en lo personal y en lo político, y cuáles era necesario rechazar.

Cuando compara la democracia con un noble pero perezoso caballo, Sócrates reconoce que, en su mayor parte, las normas y las creencias convencionales están bien encaminadas (por eso el caballo es noble). Sócrates creía un deber fundamental cumplir con las leyes de la ciudad, aunque esas mismas leyes vayan en contra del propio interés personal. Aceptó la sentencia a muerte a pesar de que algunos amigos le ofrecieron la oportunidad de huir justo la noche antes de su ejecución. El problema serio es la pereza del pensamiento que caracteriza a los ciudadanos de las democracias, su tendencia cómoda a ir por la vida sin pensar sobre otras posibilidades y razones. Unos ciudadanos acríticos, para los que el examen y la reflexión sobre sus vidas supone un esfuerzo que ellos mismos perciben como innecesario, serán unos ciudadanos dóciles y fácilmente manipulables por todo aquel que sea capaz de hacerse oír por el conjunto de la ciudadanía (políticos profesionales, medios de comunicación, grupos de interés, grandes empresas, etc.). Serán unos ciudadanos que, no siendo dueños de sí mismos, vivirán como esclavos sin saberlo.

CUESTIONES.

1) ¿Qué es ser un buen ciudadano, para Sócrates?

2) Reflexiona sobre lo que provoca la pereza en los ciudadanos. ¿Qué tipo de creencias solemos aceptar acríticamente los ciudadanos? ¿Qué actividades o costumbres crees que realizan los ciudadanos por ser meramente convencionales, sin plantearse por qué las realizan?

3) ¿Qué ocurre en nuestra sociedad con aquellas personas cuya conducta o cuyas creencias se alejan de lo convencional?

4) ¿Cuáles pueden ser las fuentes de la manipulación de los ciudadanos en nuestra sociedad democrática? Pon algún ejemplo.

5) ¿Qué utilidad puede tener la filosofía en las sociedades democráticas? Razona tu respuesta.

domingo, 3 de julio de 2011

Prudencia y conocimiento (II): Aristóteles y la atención a lo particular

(¿Vienes de la entrada anterior? Pásate antes por ella).



Al discípulo de Platón, Aristóteles, le llega la hora de enfrentarse a su maestro, Platón. El dedo de Platón, esta vez en la pintura de Rafael, sigue apuntando en la misma dirección que el de su maestro, Sócrates, hacia ese mundo de principios eternos que rigen la realidad y que también indican el camino hacia la virtud en la vida humana: el ascetismo del sabio, la vida dedicada al conocimiento y la purificación de todo lo que hay de sensible, corporal, corruptible y temporal en la vida humana. Una vida sin examen no merece la pena ser vivida, diría Sócrates.

En el mismo pasaje citado en la entrada anterior, Aristóteles insiste con fuerza en que la prudencia no puede ser identificada con el conocimiento científico. La habilidad práctica para juzgar y decidir la acción correcta y los fines de la vida humana no consiste en aplicar una serie de principios fijos, eternos, a cada situación y a cada persona, sino que la prudencia consiste en ajustar la acción y nuestras decisiones a la situación concreta que se plantea. Lo que es bueno para A puede ser malo para B. Beber agua puede ser bueno para calmar la sed pero también puede resultar fatal para aquel que padece hidropesía. Mentir puede ser malo generalmente, pero también puede ser moralmente obligatorio si alguien con una pistola en la mano me pregunta dónde está otra persona para matarla. El juicio moral correcto y la acción moral es siempre relativa a las personas y a las circunstancias particulares, para Aristóteles. En ética, no sirven las fórmulas generales sino la habilidad de la persona prudente que sabe elegir y juzgar en cada situación concreta.



A diferencia de la prudencia, el conocimiento científico intenta explicar los fenómenos particulares por medio de leyes generales. Así, la caída de esta piedra concreta se explica gracias a las Leyes de Newton sobre la gravitación universal. Una vez que hemos descubierto una ley de la naturaleza, ya tenemos ahí un instrumento capaz de explicar un conjunto potencialmente infinito de fenómenos particulares (cualquier caída de cualquier cuerpo que se esté produciendo, que se haya producido o que se vaya a producir en el futuro).

Sin embargo, Aristóteles nos dice que en el caso de la conducta moral humana, no podemos llegar a este tipo de leyes. Si así fuera, tendríamos un conjunto de normas y leyes para la conducta que nos serviría a los seres humanos para saber cómo debemos actuar en cualquier momento. Pero esto no puede ser así en una vida humana. Las normas morales, las leyes y los principios que rigen nuestra conducta no son del mismo tipo que las leyes y los principios que rigen la naturaleza. Los seres humanos no podemos fiar nuestra vida ni responder en cada situación que la vida nos plantea con unas normas universales e inamovibles. Los seres humanos debemos saber qué es lo adecuado para cada uno y en cada ocasión. Por eso el término medio que escoge la persona prudente en su acción es siempre relativo, y no un término fijo, un punto fijo sobre el que orientar nuestra conducta moral. Mentir puede ser algo incorrecto o malo en general, pero puede ser que para una persona concreta de carne y hueso, en unas circunstancias particulares y concretas, lo correcto y lo moralmente bueno sea precisamente mentir. Si los agentes nazis persiguen a mi amigo para secuestrarlo y matarlo, yo estaría moralmente obligado a no revelar su paradero incluso si para ello tuviese que mentir.


 Al igual que Platón, Aristóteles está interesado en la cuestión de cómo deberíamos vivir en tanto que seres humanos, la cuestión fundamental de la ética. Pero, para Aristóteles, el supuesto conocimiento platónico de unos principios para la acción no es propio de la vida humana (quizás sí sea propio de los dioses). No hay recetas mágicas para tomar decisiones ni para conseguir la felicidad, el bien último de la vida humana. Actuar de acuerdo con la virtud no puede depender del conocimiento de unos principios separados de la vida humana, que es finita, y de las acciones humanas, que son concretas, que se realizan en un contexto y por unas personas concretas, de carne y hueso. El valor de la acción humana (lo que la hace buena o mala, correcta o incorrecta) ha de encontrarse en la propia acción, no fuera de ella. El valor de la vida humana, lo que la hace una vida que merezca la pena ser vivida, ha de encontrarse en la particularidad y en las capacidades propias del ser humano. La razón, como aquella capacidad que distingue al ser humano de cualquier otro ser, y su desarrollo es lo que hace que una vida se desarrolle como vida humana, feliz.

viernes, 1 de julio de 2011

Prudencia y conocimiento (I): Platón vs. Aristóteles en el conocimiento del bien y el valor

Para Aristóteles, la prudencia es la sabiduría práctica de aquella persona que es habilidosa al deliberar, juzgar y orientar su acción  conforme a la virtud y con vistas al fin último de toda vida humana: la felicidad (ver Ética a Nicómaco, VI, 4). La persona prudente es capaz de escoger el término medio (entre el exceso y el defecto) adecuado a cada persona y a cada circunstancia concreta. La acción correcta, virtuosa, será aquella que se ajuste a este criterio. Escoger este término medio es una tarea que requiere el concurso de la razón, requiere sopesar las características concretas de la acción que se va a realizar, de las personas afectadas por dicha acción, deliberar sobre los medios, las consecuencias, etc... en definitiva, encontrar las razones adecuadas que justifiquen nuestra acción.

Imagen de: http://www.biografiasyvidas.com/monografia/aristoteles/
Pero, ¿en qué consiste esta sabiduría práctica? ¿Qué debe conseguir una persona para ser prudente? ¿Acumular conocimientos? ¿Forjarse un carácter, unas características propias de su persona?

Platón y su maestro, Sócrates (en tanto que representantes del intelectualismo moral) tenían claro que el hombre virtuoso solo podía ser aquel que poseyera conocimiento: el mal solo podía ser fruto de la ignorancia. De modo que, para ser virtuoso, el ser humano debía tener una vida dedicada a conocer los principios que hacen de la vida humana una vida virtuosa y que permiten conocer el bien en las acciones. Para estos autores, actuar bien consiste en ajustarse a dichos principios en la práctica. Conocer el valor y el bien es lo que permite guiar nuestra conducta hacia la virtud. El bien y el valor son vistos pues como puntos fijos a partir de los cuales orientar nuestra conducta. El ignorante de dichos puntos estará desorientado y, por ello, actuará mal.

Imagen de: http://enunmundodescomunal.blogspot.com/2011/02/es-posible-obrar-el-mal-cuando-se.html


Esta idea platónica y socrática de los principios morales acerca mucho la ética al conocimiento científico: de la misma manera que el ser humano aspira a descubrir los principios que rigen en la naturaleza, también deberíamos poder aspirar a descubrir los principios que han de guiar la vida humana. La ética es una especie de episteme, volcada en la acción humana. El conocimiento auténtico de la realidad (a diferencia de la mera opinión), la episteme, solo puede ser conocimiento de los auténticos principios de la naturaleza o realidad. Análogamente, actuar bien solo puede venir acompañado de un auténtico conocimiento de los principios de la acción virtuosa (y no del engaño o la persuasión de los sofistas, para quienes dichos principios son siempre relativos a los intereses egoístas o a la voluntad de dominio de unos seres humanos sobre otros). El gesto de Sócrates en la pintura de Jacques Louis David (La muerte de Sócrates) es un símbolo de su propia doctrina moral (intelectualismo moral). Sócrates señala en la pintura que los principios de la acción humana están en el lugar elevado donde se encuentran todos los principios del conocimiento (las llamadas ideas), un lugar solo reservado a aquel capaz de elevarse sobre las meras opiniones y el engañoso mundo de las apariencias, un mundo al que solo el sabio tiene acceso.

Aristóteles, con su concepción de la sabiduría práctica, rechazará por completo esta identificación de la virtud con el conocimiento científico. (Continúa en la siguiente entrada del blog).

sábado, 4 de junio de 2011

El imperativo categórico kantiano

A continuación, adjunto un esquema conceptual sobre el significado del imperativo categórico en Kant. En dicho esquema se diferencia al imperativo categórico de otros tipos de mandatos. Podéis acceder a él haciendo click sobre la imagen.




Espero que os sea de ayuda. Cualquier comentario aclaratorio o cualquier duda también serán bienvenidos.

Ahora vamos a responder a unas cuantas preguntas que podrían ayudar a aclarar el tema.

     1. ¿Qué quiere decir que una norma o un principio sea subjetivo u objetivo? ¿Por qué es importante esta distinción?

Que un principio sea objetivo significa que cualquier ser racional lo aceptaría a la hora de actuar. Que sea subjetivo, significa que dicha norma o principio puede ser válido y aceptable para una persona y que, a su vez, no lo sea para otra, sin que por ello ninguna de las dos caiga en la irracionalidad. Así, puede ser racional para ti estudiar una hora al día después de clases aunque, para mí, lo racional es estudiar dos horas, ya que necesito más tiempo. De modo que, la norma "debes estudiar dos horas al día después de clases" ha de ser una máxima, subjetiva.

Imagen de: http://blogdenortiz.blogspot.com/2011/02/un-krusty-diferente.html


Sin embargo, si uno quiere ganar una medalla olímpica en natación sincronizada tendrá que entrenar en piscina o en otro tipo de lugares con agua. Este principio guía ha de ser aceptable por cualquier ser racional, no es subjetivo, por tanto, sino objetivo.

Imagen de: http://www.iesfuentenueva.net/proyecto/index.php?option=com_content&view=article&id=1348:natacion-sincronizada&catid=61:teoria&Itemid=96


     2. ¿Qué significa que un imperativo es universal?

Un imperativo es universal o, mejor dicho, universalizable si un ser racional aceptaría vivir en un lugar donde todos los seres racionales lo adoptasen como máxima para su conducta. Así, el principio "debes mentir todo el tiempo" no puede ser un principio que quiera adoptar un ser racional. La mentira solo tiene sentido si puede aportar algún tipo de ventaja al mentiroso. Pero, en un entorno de seres que siempre mintieran o que mintieran todo el tiempo a su conveniencia, nadie podría sacar ventaja alguna de mentir. De modo que la mentira se autodestruye como principio universal.

Así, los principios que son auténticamente morales, según Kant, son aquellos que resisten la prueba de la universalizabilidad. Aquellos que pueden ser aceptados o adoptados universalmente por todos los seres sin caer en la irracionalidad.

Este es el fundamento de una de las formulaciones generales que Kant ofreció del imperativo categórico como el fundamento de la moral, la llamada formulación de la ley universal:

"Obra sólo de forma que puedas desear que la máxima de tu actuación se convierta en una ley universal".
Imagen de: http://lsbit.wordpress.com/2008/12/01/imperativo-categorico-categorical-imperative/

3. ¿Cómo se puede saber si una máxima elegida por mí puede convertirse en una ley universal?

Esta cuestión es crucial para poder ver la relación entre la anterior formulación del imperativo categórico (la formulación de la ley universal) con el resto de las formulaciones. ¿Cómo puede alcanzar la universalidad una máxima que rige mi acción. Para que mi máxima sea acorde con el imperativo categórico tiene poder ser aceptable para todo ser racional. Pero, ¿cómo me puedo asegurar de esto? ¿Hago una encuesta entre todos los seres racionales para ver si aceptaría mi máxima de, por ejemplo, cumplir las promesas? No, eso sería imposible. La única salida que ve Kant a la cuestión es contar con una capacidad común y específica de todos los seres humanos: su racionalidad. Sólo serán aceptables aquellas máximas que no se muestren como claramente irracionales, según el test de la universalizabilidad anteriormente descrito. En la moral, nos vemos gobernados por el mismo principio de racionalidad que en las matemáticas. Cualquier persona, de cualquier cultura y procedencia, tiene la capacidad racional de aprender que 2+2=4. Lo mismo ocurre con la moral.

El conjunto de todos los seres racionales forma el llamado "reino de los fines", donde solo podría legislar un ser de la misma naturaleza: un ser racional. Esta misma naturaleza racional, hace que todos los seres racionales estén dotados de una dignidad por la que no pueden ser tratados nunca como medio para los fines de otro (es decir, quien así los tratase --incumpliendo una promesa, matando al prójimo-- cometería una irracionalidad y perdería su propia dignidad como ser racional y miembro de dicho reino). De ahí las otras dos formulaciones.

Fómula del fin en sí mismo.

"Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio."

Fórmula de la autonomía.
"Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de fines".



Hala, ánimo y a pensar en Kant.
 


domingo, 5 de septiembre de 2010

La caverna de Platón anda por la red

Paseando por la red nos hemos encontrado con un buen número de animaciones sobre esta famosa alegoría de Platón (en Youtube). En esta imagen tomada de Internet que te presentamos, aparecen muy bien representados los elementos fundamentales de la caverna y del exterior:
Le damos las gracias al autor o autora del dibujo.

Te proponemos como ejercicio que contestes a las siguentes cuestiones:
  1. Identifica los dos mundos de la metafísica platónica en el dibujo.
  2. Explica el concepto "sombra" del mito de la caverna.
  3. Relaciona el papel que tienen el fuego y el sol en esta alegoría.
  4. ¿Por qué el prisionero que consigue liberarse es considerado por Platón como un filósofo?
  5. ¿En qué aspectos del dibujo puedes ver reflejada lo arduo de la educación del filósofo?
Mañana os espero en clase con todas las respuestas.

¡Viva Internet!

REEDICIÓN OCTUBRE 2011

A continuación os presento un vídeo que ilustra muy bien el mito de la caverna de Platón. Es impresionante que esté hecho por un alumno de Bachillerato. Puede ser de utilidad para la interpretación del texto obligatorio. ¡Que lo disfrutéis!